MAÑANA
La primera parte del día puedes dedicarla a conocer la Catedral de la ciudad y a dejarte llevar por el inigualable ambiente del Mercado de Vegueta.
Conociendo el casco viejo
Primero visitaremos la parte más antigua y característica, el barrio de Vegueta. Encontraremos múltiples calles empedradas y estrechas en las que las casas conservan la arquitectura tradicional canaria. Pasaremos por calles como la de los Balcones o Espíritu Santo, hasta llegar a la Plaza de Santa Ana, en la que se encuentra la Catedral de Santa Ana.

Las ciudades se conocen mezclándose con sus gentes y una oportunidad fantástica para hacerlo nos la ofrece el Mercado de Vegueta. Está muy cerca de la Catedral y por la mañana viviremos el bullicio habitual mientras nos hacemos con algunos de los productos típicos como el queso. Si queremos conocer la historia de los primeros habitantes de Canarias, en la zona se encuentra el Museo Canario. Otros edificios de interés en esta zona son el Palacio Episcopal, las Casas Consistoriales, la Casa de Colón y la Ermita de San Antonio Abad.
Zona de compras y "tapeo"
Será un buen momento para conocer una de las principales zonas comerciales: la calle Mayor de Triana y sus alrededores, con multitud de edificios modernistas. Hay numerosas tiendas de todo tipo entre las que destacan las de productos artesanales y de grandes firmas de moda. Además, la zona está llena de terrazas donde tomarse unas tapas o incluso comer. Entre las recetas canarias más sabrosas que podremos probar están las “papas” arrugadas con mojo y el sancocho. Si visitamos los restaurantes del entorno de las plazas de Hurtado de Mendoza y del Cairasco, seguro que disfrutamos de una comida agradable.

En la última de las plazas, la del Cairasco, veremos el precioso edificio del Gabinete Literario, del que vale la pena visitar alguna exposición para conocer sus salones. También es recomendable visitar el Parque de San Telmo, sobre todo si vamos con niños, porque allí podrán jugar mientras que nosotros nos sentamos alrededor del quiosco modernista y de la pequeña ermita que allí se encuentran. Las distancias recorridas hasta el momento son cortas, por lo que podremos hacerlas a pie sin problemas. Además, es muy recomendable porque son calles tranquilas y muchas de ellas peatonales (como el caso de la calle Mayor de Triana).