Iglesia excolegiata de Santa María

Un excepcional conjunto monumental, compuesto por la iglesia y el claustro, que conjuga con armonía varias tradiciones y estilos artísticos diferentes.

La primitiva iglesia es un templo románico del siglo XII, del que conservan no obstante escasos restos. El momento constructivo más relevante se dio en el siglo XIV, cuando se construyó una nueva iglesia en estilo gótico-mudéjar, que además estaba reforzada mediante un adarve, lo que le dio un aspecto típico de iglesia-fortaleza. Al siglo siguiente pertenece el claustro, así mismo de idea mudéjar, construido a raíz de la elevación del rango de la iglesia a colegiata. También entonces se construyó una nueva cabecera y bóvedas, se recrecieron los muros de la nave y se añadió un nuevo cuerpo a la torre (siglos XV-XVI). Finalmente, a principios del siglo XIX se reformó el interior para darle su aspecto actual —barroco-clasicista—, después del gran incendio que sufrió en 1775.