Basílica de Santa Lucía del Trampal

Esta iglesia monástica, uno de los escasos edificios visigodos que se han conservado, se diseñó pensando en las necesidades específicas de la liturgia hispanogoda del siglo VII.

Esas peculiaridades consisten en su original disposición de espacios y su planta en forma de letra griega “tau”, similar a la iglesia palentina de San Juan de Baños. Aunque en época gótica se unificó en una sola aula, en origen constaba de tres naves, siendo mayor y más larga la central y más estrechas las laterales, casi simples pasadizos. A un largo transepto —con curiosas puertas de acceso directo a los ábsides laterales— se abren tres capillas rectas e independientes, que dan a la cabecera su característico aspecto de tenedor. Las tres poseen un bello arco triunfal en herradura. Se conservan gran parte de las bóvedas pétreas originales, que alternan con tres magníficos cimborrios sobre el espacio de acceso a las capillas. Se sustentan en seis arcos transversales en herradura.