Detalle de la fachada del Teatro-Museo Dalí de Figueres en Girona, Cataluña

Teatro-Museo Dalí de España: la última gran obra de Salvador Dalí

Cataluña

España ha sido la cuna de grandes artistas de la historia del arte. Autores con personalidades y estilos de lo más variopintos que coinciden en el cariño que dedicaron al país que los vio crecer. Por eso, muchos de ellos han dejado descansar su legado en España, para compartirlo con el mundo. Así hizo Dalí con su Teatro Museo, que él mismo diseñó como un homenaje a su trayectoria artística.

¿Y cómo empezó la idea?

En los años 60, el alcalde de Figueres, ciudad natal de Dalí, le preguntó al artista si podía donar una de sus obras al museo de Figueres: el Museo del Ampurdán. Dalí decidió que su ciudad merecía mucho más que una de sus obras, y que sería el lugar donde perviviría su arte. Así inició el proyecto de construir su propio museo. El siguiente paso fue decidir el terreno sobre el que se edificaría. El artista tenía afecto al Teatro Municipal de Figueres, no solo por su predilección hacia el género teatral, sino también porque guardaba un recuerdo especial: en su vestíbulo expuso su primera muestra. Este edifico estaba prácticamente destruido por los bombardeos de la Guerra Civil. Entonces, Dalí eligió reconstruir este teatro como su museo.

Sala ubicada en el antiguo escenario del teatro Municipal de Figueres en Girona, Cataluña

Diez años después, Dalí se dedicó en cuerpo y alma a la concepción del museo, participando junto a su equipo en todas las etapas de su construcción y decidiendo todos sus detalles para que el edificio fuese un fiel reflejo de su estrafalaria personalidad. Todo quedó listo para el día de la inauguración: el 28 de septiembre de 1974 se abrieron las puertas de un museo surrealista que invita al público a sumergirse en el universo de Dalí. Su gran cúpula transparente, diseñada por el arquitecto Emilio Pérez, se ha convertido en el signo identificativo del museo. Tal vez también llame tu atención el Cadillac negro aparcado en el patio, o la curiosa fachada roja coronada por esculturas de huevos. Pero espera, que este edificio es incluso más disparatado en su interior. 

Detalle de la cúpula del Teatro-Museo Dalí de Figueres en Girona, Cataluña

La ambientación de sus salas está cuidada al detalle para que sus visitantes se sientan dentro de un cuadro de Dalí, ya que si observas el mobiliario en su conjunto simula lo que podría ser una de sus obras. Por ejemplo, la Sala Mae West que diseñaron Dalí y Oscar Tusquets en la que cada mueble no es mera decoración, sino que está elegido y colocado con un fin concreto: que la vista general a la habitación forme un retrato tridimensional de la actriz. De ahí su famoso sofá con forma de labios. El espacio se convierte en una experiencia inigualable que hay que vivir en primera persona. Al igual que esta sala, Dalí también creó otros monumentos con el fin de que se colocaran en el museo. Es el caso de la Sala Palacio del Viento y el monumento a Francesc Pujols.

Detalle de la Sala Mae West del Teatro-Museo Dalí de Figueres en Girona, Cataluña

Las obras de Dalí que se exponen trazan la evolución de su arte a lo largo del tiempo, para que el público pueda conocer hasta sus primeras prácticas artísticas. Si visitas el museo, encontrarás obras como “Port Alguer (1924)”, “Los atletas cósmicos” (1943) y “Leda Atómica” (1949). Aunque no todas las obras del museo son suyas, ya que quiso que también expusieran otros artistas como Evarist Vallès y Antoni Pitxot. Dalí quiso que, tras su fallecimiento, se le enterrase allí. Por lo que el museo cuenta con su cripta. Un museo que se alza sobre las ruinas de un antiguo teatro, donde cada detalle de su estructura tiene algo que ver con la vida del autor, para convertir el lugar en algo más que la sala donde perdurarán sus obras.

Vista del patio del Teatro-Museo Dalí de Figueres en Girona, Cataluña
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