1. Orbaneja del Castillo y su cascada de más de 25 metros
Considerado uno de los pueblos más bonitos del valle de Sedano, Burgos, Orbaneja del Castillo tiene una increíble peculiaridad: está atravesado por una espectacular cascada que va formando, poco a poco, pequeñas pozas de color azul turquesa. Descubrirás cómo el torrente fluye desde la Cueva del Agua, una preciosa cavidad rocosa con pequeñas muestras de arte rupestre en el interior, alzándose imponente desde lo alto del pueblo y deslizándose por sus callejuelas. No es de extrañar que la villa ostente el título de Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico. Una de las mejores opciones para llegar y disfrutar del paisaje es a pie, recorriendo cinco kilómetros que bordean la orilla del río Ebro desde Escalada. Al llegar te sorprenderás entre casitas de origen medieval, balcones de madera y flores de colores. Además, no te deberás preocupar porque la cascada tiene agua durante todo el año y desde allí podrás encontrarás rutas de senderismo que te harán disfrutar de un magnífico espacio natural.
