Vista del flysch de Zumaia (Gipuzkoa, País Vasco) en la playa de Itzurun

Acantilados de España: vistas únicas y vertiginosas a tus pies

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Imagínate contemplando el horizonte justo al atardecer al borde de un imponente acantilado. Este momento tan especial de libertad y conexión con la naturaleza puedes tenerlo en España si te animas a visitar alguno de sus acantilados más famosos. Te proponemos algunos ejemplos de los más espectaculares y bellos. Experimenta la sensación de llegar hasta parajes que parecen inalcanzables.

  • Faro cabo Ortegal, A Coruña, Galicia

    Vixía de Herbeira

    ¿Sabías que unos de los acantilados más altos de toda Europa están en España? Para verlos, tendrás que ir hasta la provincia de A Coruña, en Galicia.  En concreto se encuentran en la serra da Capelada, entre los municipios de Cariño y Cedeira y muy cerca del cabo Ortegal. Con sus 620 metros de altura y una caída hacia el mar con una pendiente superior al 80%, se dice que son los acantilados más altos de la Europa continental. Una curiosidad: su nombre proviene de la caseta de piedra de vigilancia (vixía) que aún se conserva y que hace siglos sirvió para poder divisar los barcos piratas que se acercaban a la costa.  Cuando estés allí, te encontrarás en el punto en el que el océano Atlántico y el mar Cantábrico se unen. La fuerza del oleaje golpeando la costa verde esmeralda te fascinará. No dejes pasar la oportunidad de acercarte hasta el faro del cabo Ortegal ni de conocer la iglesia de Santo André de Teixido. Encontrarás este santuario, uno de los más venerados de Galicia, justo en el camino de ascenso de la sierra da Capelada.

  • Cabo Peñas, Asturias

    Cabo Peñas

    También en el Cantábrico, pero en esta ocasión en el punto más al norte de Asturias, encontrarás el cabo Peñas, entre Gijón y Avilés.  Sus escarpados acantilados que alcanzan los 100 metros de altitud y su faro levantado en 1852 parecen sacados de un sueño. La conexión que sentirás aquí con la naturaleza será total. Encontrarás una pasarela de madera para caminar por la zona con paneles interpretativos que te ayudarán a descubrir más información sobre este espacio natural protegido. Además, puedes visitar el centro de interpretación del medio marino que hay en el entorno del faro. Aprovecha también para descubrir villas marineras como Candás y Luanco, que además cuenta con el Museo Marítimo de Asturias.

  • Acantilados del Flysch. Playa Itzurun, Zumaia, Vizcaya, País Vasco

    Acantilados del Flysch

    Si continúas el viaje por el norte de España puedes llegar hasta Euskadi, y en concreto a la franja costera entre Deba y Zumaia, donde te espera con un impresionante fenómeno geológico. Se trata del Flysch: ocho kilómetros en los que las montañas descienden de forma abrupta hacia el mar y donde, debido a la erosión generada por las olas durante miles de años, ha quedado al descubierto a través de unos curiosos “pliegues” en la roca parte de la historia geológica de la Tierra. El material de estos acantilados da por ejemplo información de la época en las que los dinosaurios desaparecieron. Es muy recomendable subir hasta la Ermita de San Telmo, ya que desde allí obtendrás la mejor panorámica de estos acantilados y de la preciosa playa de Itzurun. Además, en la zona puedes apuntarte a visitas geológicas guiadas y dar paseos en barco para ver este fenómeno de cerca. Un dato curioso: ¿sabías que estos paisajes aparecieron en la serie Juego de tronos?

  • Parque Natural de Cap de Creus

    Cap de Creus

    Este viaje tiene ahora parada en Cataluña y en concreto en el sorprendente paisaje del Parque Natural de Cap de Creus. En la zona de la costa te impresionarán sus acantilados envueltos por el viento y el olor a sal. Por supuesto, no hay que perder de vista su icónico faro, también mirador y buen punto de partida para emprender varias rutas. Si el tiempo acompaña y te apetece darte un baño, no te pierdas las calas Jugadora y Fredosa, ambas cercanas al faro y con unas increíbles aguas cristalinas. Si eres amante del submarinismo, esta zona resulta perfecta. Aprovecha también el viaje para conocer uno de los monumentos más importantes del Cap de Creus: el monasterio de Sant Pere de Rodes, donde encontrarás información en cuanto a rutas y actividades por el parque natural. A solo hora y media en coche, en el interior de Girona también puedes conocer los famosos acantilados de basalto de Castellfollit de la Roca.

  • Cabo de San Antonio, Alicante, Comunidad Valenciana

    Cabo de San Antonio

    Te proponemos descubrir en esta ocasión el cabo de San Antonio, que encontrarás entre las localidades de Dénia y Xàbia (Alicante). Prepárate para enfrentarte al vértigo, porque este acantilado tiene 160 metros de altura. Eso sí, la recompensa merece la pena: unas vistas impresionantes del Mediterráneo y, en los días claros, la posibilidad de contemplar la isla de Ibiza. A sus pies se halla la reserva marina del cabo de San Antonio, con un elevado interés ambiental por sus praderas de posidonia. Aprovecha la visita a la zona para recorrer los 15 miradores de Xàbia que acaban en la preciosa cala de la Granadella o para conocer la cala del Moraig y su famosa cova dels Arcs: un rincón mágico para tomar fotografías al amanecer.

  • Acantilados de Maro-Cerro Gordo, Málaga, Andalucía

    Acantilados de Maro-Cerro Gordo

    Traslada ahora tu imaginación hasta Andalucía, concretamente a la zona situada entre las bellísimas localidades costeras de Almuñécar (Granada) y Nerja (Málaga). Allí se sitúa el paraje natural acantilados de Maro-Cerro Gordo: montañas con hasta 75 metros de desnivel. En un día suficientemente claro, si te asomas a uno de sus miradores podrás contemplar la costa de África. Además, esta zona es especialmente recomendable para hacer submarinismo, ya que bajo sus aguas hay numerosas grutas como las cuevas de los Genoveses o de la Cajilla. Una opción que puede gustarte es dar un paseo en barco para acercarte a lugares poco accesibles y de gran belleza y con suerte contemplar los delfines que atraviesan el Mediterráneo.

  • Cabo de Formentor, Mallorca

    Cabo de Formentor

    Apunta también como posible plan viajar al punto más al norte de la isla de Mallorca. Tendrás que adentrarte por una carretera estrecha y sinuosa que te llevará hasta el mágico faro de Formentor, a 200 metros de altura (ten en cuenta que en verano solo se puede llegar en autobús). Desde allí, las vistas de la sierra de Tramuntana y el Mediterráneo son únicas. Durante el camino puedes hacer paradas en diferentes miradores. Además, la zona “oculta” otro “secreto”: la playa de Formentor, de aguas increíblemente cristalinas. Si puedes elegir un momento del día para visitar esta zona, escoge el atardecer, cuando los colores rojizos lo envuelven todo.

  • Acantilados los Gigantes, Tenerife, Canarias

    Los Gigantes

    Estos acantilados al oeste de la isla de Tenerife (Canarias) hacen honor a su nombre: enormes y espectaculares paredes verticales de hasta 600 metros de altura que te harán sentir en otro planeta. Por algo los antiguos habitantes de la isla, los aborígenes guanches, llamaban a estos acantilados la “muralla del infierno”. Pero más que un infierno, este espacio natural es todo un paraíso y un lugar ideal para practicar kayak o buceo, ya que sus fondos presumen de biodiversidad. También es muy recomendable dar un paseo en barco para poder admirar estos “gigantes” en toda su grandeza y para poder avistar ballenas y delfines.

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